Uno de los grandes aciertos de la literatura es la capacidad de responder a la pregunta «y si»
Y si se pudiera cruzar el diámetro de la tierra atravesando el cráter de un volcán, se preguntó Julio Verne y escribió Viaje al centro de la tierra. Y si pudiésemos reconstruir un ser humano a partir de trozos de cadáveres, se preguntó Mary Shelley y escribió Frankenstein. Y si la mujer se revelara contra el rol impuesto por la sociedad machista y patriarcal del siglo XIX, se preguntó Henrik Ibsen y escribió Casa de muñecas, con aquella frase trascendental en la voz de Nora: «Siéntate, tenemos que hablar».
Casi siempre las obras literarias responden de una u otra manera a esa condicional, y si… Con ello los escritores explotan posibilidades y, en últimas instancias, crean mundos paralelos, realidades alternativas.
Tal es el caso de Cadáver exquisito, novela ganadora del Premio Clarín 2017, escrita por la argentina Agustina Bazterrica y publicada por Alfaguara.

Se trata de una novela brutal, perturbadora y despiadada, con perdón por la adjetivación y, de contra, por la rima.
Bazterrica ha utilizado la ficción para responder a un «y si» tan espantoso como posible, dando origen a una novela que he tenido que leer conteniendo las arcadas y, a veces, la culpa. Porque esas son las sensaciones que despierta Cadáver exquisito, repugnancia y culpa.
Sinopsis:
La súbita aparición de un virus letal que ataca a los animales modifica de manera irreversible el mundo: desde las fieras hasta las mascotas deben ser sistemáticamente sacrificadas, y su carne ya no puede ser consumida. Los gobiernos enfrentan la situación con una decisión drástica: legalizando la cría, reproducción, matanza y procesamiento de carne humana. El canibalismo es ley y la sociedad ha quedado dividida en dos grupos: los que comen y los que son comidos.
Marcos Tejo, encargado general del frigorífico Krieg, separado de su esposa y a cargo de su padre, es un oscuro burócrata. El día en que recibe como regalo una mujer criada para el consumo, las tentaciones lo transforman en una conciencia peligrosa de pliegues truculentos que lo llevará a transgredir las nuevas normas hasta límites que la sociedad desconoce.

Si bien el argumento se estanca durante algunos capítulos por la mitad del libro, la autora consigue mantener el pulso y hacer que la curiosidad del lector lo haga seguir leyendo. En esta novela, posiblemente más que en cualquier otra, se cumple la frase hecha de que es una de esas historias que son odiadas o amadas, no hay término medio.
Se ha dicho que todo está escrito y que, precisamente por eso, en estos tiempos importa más el cómo que el qué. Yo no recuerdo haber leído jamás algo similar a Cadáver exquisito. En caso de que existan libros que aborden un tema como este y de esta manera, si es que los hay, no creo que sean muchos. En cuanto al cómo, lo más meritorio es el buen manejo del lenguaje, directo y sin adornos en un texto que se prestaría a despotismos en manos de alguien menos astuto que la autora argentina.
En resumen, Agustina Bazterrica ha escrito una novela perturbadora y opresiva. Esta sí que no es para cualquier tipo de lector. Hay que tener gandinga para leerla, como diría mi padre. La autora no enmascara la crueldad de su narración y desde el primer párrafo la advertencia se hace evidente:
«Media res. Aturdidor. Línea de sacrificio. Baño de aspersión. Esas palabras aparecen en su cabeza y lo golpean. Lo destrozan. Pero no son sólo palabras. Son la sangre, el olor denso, la automatización, el no pensar. Irrumpen en la noche, cuando está desprevenido. Se despierta con una capa de sudor que le cubre el cuerpo porque sabe que le espera otro día de faenar humanos.»
El magnífico e inesperado desenlace se deja ver únicamente a dos párrafos del punto final, para cerrar con broche de oro una obra extraordinaria.
Excelente análisis. Tengo este libro en mi lista desde hace mucho tiempo, pero nunca me he animado con él, y con lo que planteas acá seguramente seguirá ahí porque si bien la curiosidad es grande no tengo claro si podré soportarlo.
Créeme, “hay que tener gandinga”. Nunca pude contarle a mi esposa de qué va la historia. Después de escuchar mis primeros comentarios no pudo soportar que le hablara del libro.
Debe estar bueno, pero no para mi que peco después de haber pasado más de media rueda de sentimental y llorona pero gracias por tus comentarios como siempre muy bien realizado