Cuando yo cumplo años suelo felicitar a mis padres. Parece un absurdo, pero es que ese día ellos también celebran un aniversario más de haberse convertido en padres, ¿no es cierto? Excentricidades aparte, es sabido por todos que las celebraciones y costumbres actuales son una mezcolanza de antiguos rituales paganos que hemos ido deformando a través de los años y que hemos acomodado a nuestra conveniencia y a nuestra vida social moderna, así que yo también puedo permitirme alguna licencia en ese particular.
Hoy, 29 de marzo del 2023, cumple dos añitos de nacida mi nieta Valentina y por lo tanto, yo también cumplo dos años de haberme convertido en abuelo. Como casi siempre sucede con los nietos, según se dice, la mía se ha robado un trocito importante de mí y ha echado por tierra mis resabios y manías.
Cuando se queda en casa duerme entre mi esposa y yo, y reclama la mayor parte de la cama sin ningún pudor. Al despertar escuchamos música, cantamos sus canciones favoritas y jugamos con dos jicoteítas de porcelana que adornan la cabecera, y que mi nieta ha hecho suyas. La más grande es para mí y la pequeña para ella.
Me llama “agüi”, y sabe que en mí tiene un cómplice incondicional que es su fuente más segura de libros, y que le da chocolates a cualquier hora, a escondidas de su madre y de su abuela.
Hoy celebramos los dos: ella va descubriendo el mundo con cada día que pasa, y yo me voy descubriendo a mí mismo en esta nueva e interesante etapa. Esta vez no prenderé un puro del nacimiento, porque ya lo hice hace exactamente dos años, pero sí beberé un buen vino para celebrar estos dos maravillosos años junto a una niña hermosa, saludable, inteligente y amorosa, que se abraza a mi cuello, me susurra secretos al oído, me llama “agüi” y me desarma con cada gesto de amor.
¡Feliz cumpleaños, chiquita mía!





A todos nos llega el momento de experimentar nuevas formas de querer y con cada forma va cambiando nuestra forma de ver la vida ,es por eso que ahora que eres abuelo puedes comprendernos mejor, nosotros estamos ahora en la etapa de bisabuelo, un cariño diferente pero también hermoso