– La alternativa del escorpión, de Fernando Ugeda Calabuig

Londres, tres de noviembre de 1899. Una chica irlandesa es encontrada tumbada en su lecho con un cuchillo clavado en el corazón. El inspector a cargo de la investigación no tardará demasiado en descubrir que el siniestro no pertenece al género de los crímenes de Jack ni a ninguno de los que investiga Sherlock. Esta vez se trata de otra cosa.
Me ha gustado el lenguaje que utiliza el autor durante toda la narración, aunque reconozco que al principio me molestó un poco la adjetivación y ese aire rimbombante con que los personajes hablan, pero pronto comprendí que no podría haber sido de otra manera pues se trata de un narrador personaje que vive y escribe en el adorable Londres, durante los últimos años de la era victoriana. Así hablaban en aquellos tiempos, según creemos por lo que nos dice la literatura y el cine.
Luego viene la cuestión de la trama. Creía que me enfrentaba a una novela policiaca: asesinatos, detectives, investigación criminal, etc. Todo eso existe en la novela, es cierto, pero no la veo como policiaca. Cuando se desvela las causas reales de la muerte de Mary la historia toma un giro que la convierte en otra cosa. No sabría decir qué, pero otra cosa. Aunque no por ello pierde calidad, según mi parecer sucede todo lo contrario. La novela se crece con ese giro. Eso sí, la manera en que nos enteramos de lo ocurrido no me convence del todo. Esa confesión epistolar tiene un ligero gustillo a Deux ex machina. Yo habría intentado resolverlo de otra forma, de ahí que mi valoración sea de cuatro estrellas y no cinco.
Excelente las cavilaciones filosóficas a lo largo de toda la narración. Lo mismo digo de la crítica social y de credo religioso. Ese aspecto merece una A+. En general he disfrutado mucho de la lectura y la recomiendo. Todo el tiempo tuve la extraña sensación de que leía literatura de época. O sea, de “aquella época.”
Como dice la contraportada del libro: “Amistad, honor, traición, amor… Todo es conjugado hábilmente a lo largo de una historia que, como un juego de espejos, conducirá al lector a un insospechado final.”
– La madre de Frankenstein: Episodios de una guerra interminable, de Almudena Grandes.

Esta es una novela que hace honor incuestionable a una parte de su título: “interminable”. Lo primero es que, en lugar de una novela literaria, esta tiene mucha más pinta de telenovela, o en mi caso, radio novela, porque la he escuchado en audio libro.
La historia presenta algunos capítulos interesantes y atractivos. Pero la mayoría de ellos son sumamente aburridos y desgastantes en su lectura (o escucha). La autora hace un uso desmedido e injustificado del recurso de repetición con sus porqués y otras palabras similares. Incluso la repetición aparece hasta en los discursos de personajes, pues al utilizar diferentes voces narrativas (4 en total), en ocasiones un personaje repite lo que ya otro ha dicho antes y los lectores tenemos que volver a pasar por el mismo pasaje más de una vez. Como si con una no fuera suficiente.
Uno de los aspectos más desconcertante de esta novela es el título. A mí se me antoja como el chicle que alguien se saca de la boca para pegar algo a una superficie. Es que La madre de Frankenstein, propiamente dicha, es un pretexto para contar una historia que no tiene nada que ver con lo que dicho título implica. Esto va más de la historia de un país en una época pos guerra, durante una dictadura, con una sociedad prejuiciada. Yo que sé, pero de madre y de Frankenstein esto no tiene nada. Las notas aclaratorias al final de la novela intentan justificar la elección del título. Según veo yo las cosas, no lo consigue.
Con todo esto no intento restarle el mérito que pueda tener una historia tan interesante, que lo es, claro que sí. Pero como literatura a mí me aburrió, me agobió y me pareció que, en todo caso y, sin intención de faltar al respeto sino solo con la idea de jugar con las palabras, la madre de Frankenstein sería la propia autora y su hijo esta gigantesca novela repleta de retazos de diferentes colores y formas.
– La buena suerte, de Rosa Montero.

Me decidí a leer esta novela motivado por la valoración que hizo sobre ella, la escritora Marta Querol. En realidad, no la leí, sino que la escuché en audio libro, que no es lo mismo, pero es igual.
Un hombre misterioso toma una decisión aún más misteriosa y decide instalarse en un piso asqueroso y deprimente, en un pueblo perdido y medio muerto. A partir de esa situación el lector descubrirá un grupo de personajes extraordinarios con características muy individuales y voces propias. La intriga detrás de la extraña decisión de “aquel hombre” se irá dilucidando a medida que la trama nos permita adentrarnos en su psicología y sus motivaciones.
“Un libro humano, tierno, inquietante…” decía Querol en evidente referencia a la historia que se narra. Yo agregaría un par de adjetivos: desgarrador y punzante.
Es una novela escrita con pulcritud, con excelente manejo del lenguaje y con extraordinaria habilidad narrativa. Llama mi atención el recurso de estilo en cuanto a la voz narrativa: mientras los personajes que tienen algún peso en la historia hablan en primera persona, convirtiéndose en narradores, en lo referente al hombre misterioso, que pudiese ser el protagonista de la historia, o tal vez no, se utiliza un narrador omnisciente en tercera persona.
A pesar de que no me gusta el uso de diferentes voces narrativas, reconozco que en este caso ha sido un toque delicioso que incluso, ayuda a identificar la psicología propia de cada personaje. ¡Muy bien por la autora!
Ha sido, en fin, una lectura que he disfrutado desde sus primeras líneas. En el caso del audio libro, la narración es de las mejores que he escuchado.
Sin dudas un libro 100% recomendable.
– Pecado Original, de Karimn Slaughter.

Leer a esta escritora best seller es siempre un gusto. Su serie de novelas policiacas protagonizadas por el agente Will Trent contienen una intensidad y un dinamismo impresionantes. En el caso de Pecado Original, la historia tiene lugar en apenas treinta y seis horas y desde la página número tres la tensión se eleva sin mermar un solo segundo, hasta el punto final, sin que con ello la novela se convierta, ni por un instante, en una historieta de tiroteos y coches chirriando las ruedas.
Slaugter es capaz de describir los diversos aspectos de una investigación policial de manera magistral y las situaciones dramáticas, así como sus personajes, están fuertemente matizados con un trasfondo cargado de complejidad y psicología, donde siempre hay lugar para sorprender al lector (confieso que son estos aspectos que podría imitar en mis propias novelas)
Sin embargo, no podría decir que es la mejor novela de Slauther, pongo otras en lugar de preferencia. Tal vez sea porque, al haber leído los libros de la serie de manera desordenada, en este, que es el 2 de 5, no me sorprende demasiado la historia de Will y los demás personajes. De ser así, la culpa es mía.
Con todo, si te gusta la novela policiaca con mucha adrenalina, fuerte dosis de psicología y secretos tras bambalinas, Pecado original es el libro.
– El crimen del señor Chase, de James Halloran

No recuerdo qué hizo que comprara este libro que no es más que un intento de thriller de misterio con muchas carencias.
El autor pretende, o eso parece, una imitación entre Poe, Cortazar y Conan Doyle, por increíble que esto suene. Por supuesto que no lo consigue. En cambio, este relato de 50 páginas termina siendo un thriller que parece haber sido escrito por un adolescente. Los personajes son planos, casi tontos. Las situaciones, traídas por los pelos, tampoco ayudan. Y el final no podría ser más simplista e infantil.
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